Cuando hablamos del verano que hemos pasado trabajando lo cierto es que nunca explicamos cómo comenzó esto ni cómo lo hemos hecho, así que voy a aprovechar la entrada de hoy para comentar muy por encima cómo transformar una idea en realidad. Lo que se suele llamar, desarrollar y poner en marcha un proyecto.
Dado que es una fascinación personal y que aún no os he hablado nunca como nueva gestora de todo este tinglado este post va firmado con mi nombre, pero el trabajo ha sido conjunto. No sólo entre los cinco que estamos a diario picando piedra. Nos ha ayudado mucha gente, algunos nombres los hicimos públicos al postear quién estaba subido en el proyecto, pero otros no aparecen. Son nuestros amigos, nuestras parejas, colegas de trabajo y en general toda esa gente a la que consultar y a la que dar la brasa cuando estás todo el día dándole vueltas a una idea de fondo. ¿Y por qué hablar de ello ahora y no el mes que viene? Porque este lunes arrancamos una prueba que esperamos funcione y que podamos repetir.
De entrada esto comenzó cuando le llegó a Arkaitz una oferta para una locura que hubiera sido maravillosa, pero que vimos poco factible. Con él arrancó todo. Acudió a nosotros como podría haber llamado a otros; pero tuvimos la suerte de ser nosotros. Tras la puerta de mi estudio aun tengo un corcho lleno de papeles para empezar a planear esa aventura. Pronto reconocimos que no era asumible. Poco tiempo, mucho trabajo y requería empezar a montar cosas muy desde la base. El tema es que ya nos había picado el gusanillo. Entre nosotros algunos nos conocíamos poco o nada. Y lo hicimos como más mola. Cada uno desde una punta de la península enloquecido con sus planes, sus principios a seguir, sus pasiones. Esos días volaron los audios, las brasas escritas y los comentarios a horas locas con un se me ha ocurrido, he pensado o por qué no intentamos… Y nos dimos cuenta de que lo difícil ya estaba hecho.
Origen Cuántico funcionaba. Y muy bien. Tenía una persona clara a su cargo, una idea de proyecto que Arkaitz había ido trabajando durante dos años y un montón de gente que escuchaba qué había para contar. Por qué no hacer de eso algo mayor. De ahí salió nuestro decálogo tramposo de siete puntos. Y otras treinta y tantas páginas de trabajo. Destrás de todo esto hay un archivo de texto y una hoja de cálculo en el que cada uno iba ordenando las cosas que se habían comentado en múltiples chats. Calendarios, listas de categorías, agentes a los que queremos dar voz, proyectos tronados a medio plazo y otros no tan lejanos. Contactamos con las primeras editoriales en julio. Y con los primeros autores. Hay colaboraciones que llevan pedidas desde entonces. Y entrevistas, artículos, envíos, etc. Y les queremos agradecer a ellos que nos abrieran las puertas, porque no teníamos demasiado. Arkaitz dio la cara a ciegas por nosotros y mucha gente quiso implicarse sin ninguna retribución económica a cambio y sin saber cómo iba a salir todo esto.
A ellos les debemos mucho, porque se ofrecieron cuando les pedimos poner el nombre junto a algo que podía salir muy mal.
Uno de esos agentes es Alethé.
Algo que nos rondaba es el señalar que apostábamos por alguien específicamente. Ahora hablo de una marca, pero hay conceptos más abstractos ligados a la idea. Una forma de decirle a la gente, ey, nos hemos fijado en estos y valen mucho la pena. Sería bueno poder dedicarles una semana. Comenzamos con una editorial, con esta editorial, pero detrás tenemos una lista de temas y nombres larguísima que esperamos poder ir tachando poco a poco. Y cada día que pasa se nos ocurre uno nuevo.
Así que contactamos con la gente de Alethé, les dijimos que queríamos dedicarles una semana y les faltó tiempo para decirnos que sí y mandarnos los ejemplares que les pedimos. Repito que hablo de julio, no pudimos comprometernos a una fecha concreta, ni a un número de visitas, de publicaciones en redes sociales o de impacto. Y nos contestaron que sí. A ellos va uno de esos agradecimientos pendientes.
La semana que viene, pues, Origen Cuántico se viste el maillot de Alethé. Nuestros contenidos irán destinados a contaros qué nos gusta de ellos. Nuestra cuenta de Instagram y la propia web se volcará en recomendaros contenidos que podéis encontrar en ellos. Pero no sólo habrá reseñas. Qué y cómo lo veréis a partir del lunes.
Pero por qué ellos. Porque nos gustan. Tienen unas ediciones preciosas, cuidadas y propias de alguien que disfruta del papel. Pero sobre todo tienen títulos y autores muy interesantes. Es una marca pequeña, nueva y que apuesta por un tipo de literatura en la que creemos. Y si está en nuestra mano apoyarlos y contarle a todo el mundo que trabajan muy bien eso haremos.
Como he dicho no son los únicos. Hay más editoriales, revistas, iniciativas, títulos o colecciones. No los voy a citar, porque decir tres sería olvidar otros tres, pero ahí están y esperamos que nos dé tiempo de acabar mencionándolas a todas. Paso a paso. Hay más días que botellines.
Por el momento disfrutad de los que vienen.
Maritxu
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