DATOS DEL LIBRO
- Autora: N.K. Jemisin
- Edición: NOVA, 2018
- Nº de páginas: 400 páginas
- Encuadernación: Rústica con solapas
- Lengua: CASTELLANO
- ISBN: 9788466662673
- Fecha de lectura: Enero 2018
- Reseña: Carla Campos
- Traductor: David Tejera Expósito
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¿Cómo puede ser que un libro publicado en inglés en 2016 y premiado con el Hugo del 2017, se haya publicado en España el 25 de enero de 2018 en su versión traducida? Estoy hablando de El portal de los obeliscos, la segunda parte de la trilogía La tierra fragmentada de la increíble J. K. Jemisin. Que sepáis, todos aquellos que os sentís cómodos leyendo en inglés, que la tercera entrega se publicó en 2017. Los que leemos en castellano no tenemos esa suerte. Desgraciadamente, Nova tiene un retraso brutal en su publicación en español con respecto a la publicación del original. Sin embargo, la traducción es soberbia y por eso sí que podemos alegrarnos.
(Me chiva Origen que el trabajo de traducción es de David Tejera Expósito, un auténtico crack y que convierte en oro todo lo que toca. Yo solo puedo decir una cosa: gracias, David, por este trabajo cojonudo.)
Dicho esto, porque aún estoy triste (y enfadada, por qué no decirlo) por haber tenido que esperar tantísimo, yo a lo que vengo es a hablar de mi libro. De mi último libro leído. ¿Sabéis cuál? Exacto: El portal de los Obeliscos.
¡Atención! Esta reseña es la segunda parte de una trilogía. Doy por hecho que, si estáis leyendo este post, ya sabéis qué ocurre en la primera parte. Lo digo porque, aunque no destripo libros en mis reseñas, sí que se me puede escapar algo del primer libro. Así que ojocuidao con seguir con la reseña si no habéis leído La quinta estación porque os podéis comer algún spoiler.
Sinopsis
Si en La quinta estación conocemos toda la historia de Essun y nos vemos inmersos en los primeros días de una Estación, en El portal de los obeliscos sus efectos ya están asentados en la sociedad. Essun sigue buscando a su hija, pero su estancia en Castrima es necesaria para conseguir salvarle la vida incluso cuando el mundo parece haber llegado a su fin.
Reseña
Para aquellos a los que no les queda otra opción que preparar a sus hijos para la batalla.
Con esta dedicatoria empieza Jemisin su libro. Esta declaración de intenciones quizá habla más de su día a día como madre que de su historia. Sin embargo, ¿un libro que mezcla fantasía y ciencia ficción no es, acaso, una metáfora, un espejo exagerado de lo que pasa en la vida real?
Por otra parte, con El portal de los obeliscos conocemos un poco más de La Quietud, el mega continente crujido por terremotos y otros eventos naturales, y lo que lo ha llevado a ser como es. Además, empezamos a intuir esa ciencia ficción de la que se habla siempre que se menciona esta trilogía y que hasta ahora no había llegado ver.
Nunca me cansaré de decir que el fuerte de Jemisin, además de las tripas que pone al escribir, es su capacidad de llevar a un mundo imaginario los problemas que ella y otras personas sufren en su día a día. En este libro nos vuelve a hablar de algunos temas que ya vimos en La quinta estación como el amor de una madre por sus hijos, la traición o el deber. Sin embargo, en esta ocasión la autora nos hace partícipes de las vivencias de Nassun, la hija de Essun, y cómo vive ella la relación con sus padres y con la orogenia, el don para manipular la tierra que ella también ha heredado.
Para mí, lo más acertado de este libro es lo relacionado con la dedicatoria: cómo sufren los padres que tienen que preparar a sus hijos para la batalla y cómo estos reaccionan a esas enseñanzas y a quienes las imparten. La necesidad de cariño que tenemos todos y cómo su falta puede hacer que nos agarremos con uñas y dientes a la primera persona que se preocupa por nosotros. La revelación de que nuestros padres son falibles y que pueden hacernos daño, queriendo o sin querer, también por sus traumas. Los sentimientos que estos, los traumas, despiertan, y cómo guían nuestros pasos en la vida para equivocarnos una y otra vez incluso con nuestros seres queridos.
En esta novela conocemos de primera mano a Nassun, como decía antes, y nos reencontramos con Antimonio, Alabastro y con un personaje que marcó la vida de Essun y que también lo hará con la de Nassun. Me parece poético, en realidad, el cambio que hace este personaje y cómo se relaciona con la niña después de haberse relacionado con la madre. Como sería un spoiler no os voy a decir quién es pero, cuando leáis el libro y penséis qué siente realmente y cuáles son sus intenciones de verdad, cuando os preguntéis si de verdad ha cambiado o hay algo que no estamos viendo, pensad en mí.
Por útimo, dejad que os hable de cómo escribe Jemisin. Si ya os sorprendió el narrador escogido para hablar de la vida de Essun en La quinta estación, en este libro encontramos una explicación a medias que me parece acertada y, a la vez, me hace pensar en cómo puede saber lo que sabe. Sin embargo, esto ni siquiera es importante. Porque su prosa puede con todo.
Cuando llevaba un 20% del libro tuve que parar, dejarlo a un lado y respirar hondo para tranquilizarme. Sin darme cuenta, Jemisin me había metido tanto en la narración que me estaba contagiando la angustia que sentían sus personajes. No sé, sinceramente, cómo encuentra el equilibrio entre la visceralidad de su prosa y la técnica de narrar a la perfección los encuentros, el ambiente, los actos que ocurren en la historia. Creo que el único capítulo que no es intenso es el primero, y solo a principio, porque necesita ponernos en situación. Y mejor así, porque no me imagino empezando a leer y estar atacada desde la primera frase.
El portal de los obeliscos no solo es una continuación digna: es un gran libro que podría funcionar por sí solo. Hay quien dice que es mejor que La quinta estación. Yo no puedo elegir. Sería como decir a quién quiero más, si a mamá o a papá. Si La quinta estación era necesario para entender qué ha llevado a La Quietud a ser partida en dos, en El portal de los Obeliscos entendemos que ese hecho trasciende a la historia de Essun aunque ella tenga un papel principal. Ahora solo queda ver qué cierre propone Jemisin en El cielo de piedra. Quiero pensar que ganarán los buenos. Sin embargo, después de estos dos libros, aún no sé exactamente quiénes son.
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Justo estoy terminando de leer esta novela, creo que hoy la finiquito.
La reseña me ha gustado, captas muy bien lo que Jemisin nos quiere contar, sobre todo el tono en el que nos lo quiere contar. Como dices es una sucesora muy digna, pero al menos en mi opinión, no creo que sea mejor que la Quinta estación. Es una novela diferente en cierto punto y bastante menos sorprendente.
Y antes de que se me olvide, como comentas, excelente trabajo, una vez más, de David Tejera.
Saludos
Muchas gracias por tu comentario, Javi. Tienes razón en que ‘La quinta estación’ sorprende, especialmente por la estructura y la elección de los narradores. En ese sentido es único. Sin embargo, creo que este libro, al mantener el narrador de Essun es capaz de transmitir más emociones. O eso me ha parecido.
Ya nos contarás qué te ha parecido el final, jeje.
David Tejera es acierto seguro de calidad. Pues la tengo en la pila, deseando volver a la Quietud y la historia de Essun ¿Conseguirá de nuevo sorprenderme? Creo que si, o al menos, por las reseñas que llevo vistas, creo que lo hará. Un abrazo^^
EStoy casi segura de que conseguirá sorprenderte, Mangrii. Cuando te lo acabes, pasa por aquí y cuéntanos, ¿eh? Un abrazo y gracias por el comentario!
Yo solo vengo a decir que muchas gracias a todos. Con comentarios así dan ganas de seguir dejándose las pestañas en esto 🙂
En este blog, siempre se valorará el trabajo bien hecho de un traductor. El tuyo, destaca por su excelencia, así que…
Me sabe muy mal por tus pestañas pero espero que sigas dejándotelas y haciéndonos disfrutar de tu trabajo ^___^