No he leído a Ángel Sanchidrián, pero en compensación he regalado sus enanos en más de una ocasión, con muy buen resultado. Tengo una amiga que me contó que tuvo que parar de leerlo en una cafetería porque la gente la miraba mal de tanto como se reía. En muchas reseñas encuentras lectores que se han meado de la risa (por cierto, en Origen Cuántico reseñamos “Tres Enanos y Pico”, leedla que al jefe le hace ilu).
Todos los autores que escribís humor decís que es extremadamente difícil, pero a ti parece que te salga natural… ¿Cuál es tu secreto? Y no me digas que trabajar mucho.
Trabajar mucho (lo siento, tenía que decirlo). Y es cierto. A veces para crear una sola frase graciosa te tienes que pasar horas dándole vueltas hasta que suena como tú buscas y significa lo que tú quieres. Llega a ser mentalmente agotador. Ten en cuenta que el humor tiene que crear una imagen visual divertida pero también son importantes el ritmo, el sonido, el tempo… En el humor escrito hay que tener en cuenta el número de sílabas y palabras de un “chiste”, cómo suenan esas palabras, si son agudas, llanas o esdrújulas, las consonantes más o menos fuertes, el orden de las palabras, sus dobles sentidos, los momentos de risa y los de pausa entre risas. Y además que sea gracioso. Casi nada lo del ojo y lo llevaba en la mano.
Lo petaste con tus sinopsis de cine y has escrito fanfictions llenas de humor… ¿De dónde sacas tu humor? ¿Dónde te inspiras?
La inspiración para el humor no tienes que ir a buscarla muy lejos; te basta con observar lo que sucede a tu alrededor. El personaje de “Tres enanos y pico” que más ha gustado a los lectores es Ramona Medroso, la madre del “héroe” protagonista. Y para crearla y desarrollarla no tuve más que observar a mi propia madre y luego trasladarla a un mundo de fantasía con trolls, orcos y dragones. Todos los personajes del libro son el reflejo exacto de personas que cualquiera de nosotros conocemos.
Y ahora estás preparando la segunda entrega de Sinopsis de Cine. Cuéntanoslo todo.
Pues un montón de sinopsis nuevas de películas muy famosas que se me habían quedado pendientes. Ante el clamor popular, no he tenido más remedio que ponerme a ello. Hace unos cuatro o cinco años que salió el primer libro, así que pensé que ya era el momento de volver a las sinopsis después de un buen descanso. La gente disfruta tanto leyéndolas, y yo disfruto tanto viendo cómo se desovan de risa, que no puedo resistirme.
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Sinopsis de Cine 2 será solo para los mecenas que se hagan con ella. Yo no me lo pensaba, tenéis hasta mediados de octubre. ¡Dadle!
Sinopsis de Cine 2
Yo soy incapaz de escribir nada que haga gracia… dame algún consejo.
Si no eres capaz de hacer gracia no te preocupes, puedes dar muchas más cosas: pena, miedo, asco, gusto, pereza… Elige la emoción que quieres provocar en los demás y lánzate a cumplir tu sueño. Coelho te dirá que nada es imposible. Lee mucho a Coelho porque equivale a graduarse en Psicología, Sociología y Antropología, todo a la vez.
Tres enanos y pico
¿Cuáles son tus referentes?
Ninguno. Obviamente, me encantan los libros de maestros del humor como Eduardo Mendoza y… y… Y Eduardo Mendoza. Y Lázaro Carreter, claro. Pero a la hora de escribir humor, mi referente es el tío que se cae de bruces por las escaleras. Con eso me descojono.
No necesitas referentes humorísticos para hacer humor, de verdad. Es suficiente con que observes a tu alrededor y mires lo que te rodea con ganas de reírte de ello. El humor es una forma de ver la vida.
¿Has pensado probar más allá del humor? (Y que no suene a que el humor es un género menor, por favor).
Sí, lo he intentado, pero en cuanto me despisto un par de párrafos ya estoy metiendo chascarrillos. Quise escribir un libro de zombis y enseguida se me llenó de drag queens, señoras mayores y canis. Un desastre.
Pero ese humor tuyo creo que te ha traído no pocos enemigos en redes. ¿Tiene algo que decir el acusado en su defensa?
No, mi humor no ha sido lo que me ha traído enemigos. De hecho, y esto es bastante atípico, en cinco años no he tenido ninguna queja por mi humor, que es bastante blanco e inofensivo.
Los “enemigos” han llegado cuando me he puesto a hablar en serio de algo. Por eso ya no doy nunca mi opinión sobre ningún tema, y mucho menos en las redes sociales, que están llenas de energúmenos. Pero bueno, yo tampoco los considero enemigos. Para que alguien sea tu enemigo debe haber una relación de reciprocidad, tienes que prestar atención a esa persona y enfrentarte a ella. Y yo me limito a bloquearlos y pasar de ellos como de comerme los guisantes del arroz tres delicias.
En plan profundo, has vivido lo mejor y lo peor de las redes sociales: has podido darte a conocer directamente al público sin necesidad de padrinos o el apoyo de otros medios; pero también has sufrido los ataques furibundos. Bien, ¿no?
De fruta madre. Al final las redes son como un bufé libre: te echas en el plato lo que quieres, y lo que no quieres lo dejas ahí y pasas de largo, que ya habrá alguien que se lo coma.
Una de las cosas que más me gusta de ti es que eres de esos autores en lucha por poder vivir de lo que escribe, o en el mundo de los libros, ¿cómo va esa guerra?
La guerra la voy perdiendo, pero mientras cada noche haya un plato de comida en la trinchera, ahí seguiré, pegando tiros.
Angel Sanchidrián en su primera comunión
Acabamos con la pregunta de Arkaitz: ¿Por qué pones la foto de tu primera comunión en las novelas?
Dile al señor Arkaitz que le debo una paliza de muerte y que estaré encantado de pagarle esa deuda en cuanto suba de nuevo a Euskadi. Que vaya aprendiendo cunfú si quiere, no le va a servir de nada.
Ángel me advierte que si publicamos su entrevista nos las tendremos que ver con hordas de fandomitas que quieren verle muerto. Sanchidrián tiene muchísimos seguidores pero también otros tantos detractores. Nada nuevo en este mundo de redes, y menos en alguien que no se corta en decir lo que opina y en usar su sentido del humor para todo. Pero creo que nos da igual, Ángel nos cae bien. Puede que no estemos siempre de acuerdo con lo que dice pero, adoptando y adaptando sus palabras, poco haremos si hacemos de un aliado un rival, mientras el enemigo se ríe de nosotros.
Créditos: Imágenes cedidas por el autor. Imagen de fondo de cabecera de artículo de Paul Schafer en Unsplash
LJSalart
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